lunes, 23 de febrero de 2009

Condimentos molestos de la insanidad mental




Beh, había empezado a escribir algo con tintes de reflexión de humanidad, pero estoy en el estado anímico equivocado.

Estoy en el estado anímico de "pelotas llenas", y para peor, la causa de tener las bolas al plato, esta vez soy yo.
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Yo y mis fobias, pánicos y demás imbecilidades que me terminan cohartando la vida.

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Y acá es donde viene un parate acerca de ese estilo de malestares de diván. El miedo es una reacción natural del cuerpo ante el peligro. La diferencia con alguien que le tiene fobia a , por ejemplo, las arañas, es que sabe que la araña es inofensiva, pero sin embargo no puede controlar su reacción de alerta, miedo y su carrera al punto más opuesto de la habitación donde esté ese bicho.

Yo tengo una fobia general a no poder escaparme de los lugares cuando quiero. Es decir, a que irme de un lugar no dependa de mi, no lo controle yo a mi entera voluntad. Un atascamiento de tránsito, un examen, un asalto, lo que sea.

La sensación es desesperante, somatizo por todos lados, me falta el aire, tengo ganas de vomitar, de cagar, de llorar, pero por sobre todo, de salir corriendo al carajo. Podría resumirse en que si no me voy de ése lugar, siento que me muero.

Ni debiera gastar caracteres en aclarar que sé que no me voy a morir por no bajarme de un colectivo, o porque el tránsito esté pesado. Es decir, veo lo ilógico de la situación, pero sin embargo no puedo hacer nada al respecto: me pasa.
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No me gusta contarlo en parte porque me da vergüenza que me pase algo que en principio carece de lógica, y en parte porque me estresa la reacción pelotuda cierta gente, de esa clase de gente que no ve más allá de lo que puede ver, tocar y etiquetar. Los "no pensés", que se reconocen fácilmente porque, cuando uno logra meterles la pulga en la oreja respecto de algún tema inquietante, por ejemplo, la muerte, ellos, antes de caer en reflexiones que pueden revelarles verdades (quizás inquietantes, pero verdades al fin), bloquean todo su sistema con un "nt! no pensés en esas cosas!" al tiempo que acompañan con un ademán de "andá al demonio!".

Esta clase de gente es la que viene a agregar una mancha más al gran tigre de mierda que es la realidad (?) mediante las siguientes respuestas:

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1) "aaah pero no te va a pasar naaadaaa..."


¡¡¿QUÉ CARAJO ESPERAN QUE HAGA UNO CON ESA ACLARACIÓN? !
¿que diga "aaaah, tenés razón, no tiene sentido todo esto, menos mal que viniste vos cabalgando sobre el caballo de la verdad empírica a salvarme, porque soy tan idiota que no me di cuenta que no hay peligro real en aquello que me aterra" ?

Es justamente lo frustrante: sé que la reacción es absurda, pero eso no evita que ahí esté.





2) las frases de positivistas que leen libros de autoayuda,

del tipo "bueno, pero hay que cambiar", "no pensés que va a a pasar eso", "tenés que superarlo", y demas sarta interminable y fastidiosa de pelotudeces, que salen del corazón de quienes me las dicen, no me cabe duda, pero....¿se piensan que soy tan idiota? Es decir, sí, lo soy, pero dénme un poco de crédito.

Digo, esperan que al escuchar la frase "tenés que superarlo" uno se ilumine en una revelación y grite desde sus entrañas "tenés razón, tengo que superarlo! muchísimas gracias! "

No, no funciona así. Esto no es una banca de negatividad esperando que una ficha positiva venga a hacerla saltar. Y sí, fue una metáfora muy de mierda.

No. Por la cabeza de uno ya pasó absolutamente todo lo que se imaginen y más también.

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3)"y cuando tengas que [inserte actividad aquí] cómo vas a hacer?"

La intención es que uno reflexione: "perá, si me da fobia un colectivo, qué voy a hacer cuando tenga un hijo?" "si no puedo entrar a rendir un examen, ¿cómo voy a hacer para rendir el que sigue?" y al hacer esta reflexión recapacite en lo limitada que está volviendo su propia vida. Entonces ese golpe de ver la infelicidad que a uno le espera cara a cara derribe los cimientos de aquello que nos aqueja y seamos, por fin, normales.

Y en el peor de los casos, no se dice con la buena intención de reflexión, sino mas bien como presuponiendo que todo esto es voluntario, que es una avivada de loco lindo que quiere ver qué onda irse corriendo de todos lados y cohartarse la vida.

Bueno, no. Eso no pasa. Uno ya tiene conciencia de lo limitada que se esta volviendo su vida, de la infelicidad que le espera si esto no cambia, y por sobre todo,

¡¡¡no tiene una puta respuesta para esa putísima pregunta!!!!!!!!!

Y ahora que lo pienso, sería muy gracioso empezar a inventarla. Quedaría algo así como:

gente:- pero, Ana, si no podés entrar a un examen hoy, ¿cómo vas a hacer el examen que viene?

Ana: - ah, ésa es la parte buena... tengo todo planeado: en este tiempo voy a reflexionar mucho para llegar a la raíz de todo esto, a la vez que empiezo una dieta rica en pescado para agudizar el ingenio, mientras averiguo en qué asiento tengo que rendir, para esconder cerca de la silla: caramelos por si se me despierta ansiedad, papas fritas por si me baja la presión, reliverán por si me dan náuseas y pastillas de carbón por si me cago, pero un activia por si no, a la vez que armo algo con balas de fogueo al frente, por las dudas de que tenga necesidad de crear una distracción...

No sé cómo carajo voy a hacer el examen que viene, el colectivo que viene, el viaje que viene, el embotellamiento de tránsito que viene, los asaltos que Dios no quiera que vengan, la próxima multitud de gente en la que me encuentre...no sé.

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Uuf.

Estoy pensando que debería imprimir esto y entregarlo como volante cada vez que algún imbécil que no vaya a entenderlo me pregunte por el tema. (ni que fuera tan difícil de entender el concepto de "fobia a no poder escaparme", puta!)

Lo bueno es que la gente que necesito, a fuerza de charla no sólo capta el concepto, sino que a veces aportan soluciones-parches insólitas, pero efectivas. Llevando la cabecera mi cuñada, con su respuesta cuando le contaba este pánico puto que me da subirme a un micro:

¿Y si te dopás para viajar?

Rápida, efectiva y aliviante. Ésa es la ayuda que me gusta recibir.


lunes, 9 de febrero de 2009

Cómo hacer una novela del orto

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Mi hermano y mi papá solían ver Por amor a vos, para mi extensa tortura.
Mi abuela la ve "porque esta mierda de novela ya la vi hasta ahora, ahora la termino y no me engancho con ninguna más, la puta madre a todo"

Yo no sé cómo la gente sigue comprando estas novelas del 13, que hace por lo menos 4 años tiene el mismo formato. Tome nota, señora, señor, y haga su propia novela de mierda. Es fácil, sólo tiene que seguir los siguientes pasos. O copiarlos del ejemplo que les doy, total, en este ámbito no existe la vergüenza:

1)El primer mes de la novela debe ser relativamente normal. Presente los personajes y tire varias puntas, para dar la idea de que es un buen producto.
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2)A partir del segundo mes, los personajes deben empezar una decadencia hacia lo burdo, berreta y exagerado, qué será más intenso y detestable cuanto más dure la novela.
No escatime en muletillas que sean una patada en el medio de los huevos. Por ejemplo, en Por amor a vos, cada 5 segundos Pata Echegoyen dice "Peeerrrrrdón!?" con aires simpáticos. No es una patada, es una plancha caliente en el medio de los huevos.
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3)El año y pico de novela deberá transcurrir en torno a uno o dos sucesos que tengan dos posibles descenlaces, para poder ir y volver infinitas veces sobre ellos. Por ejemplo, en esta última novela, Por amor a vos, todo giraba en: si los protagonistas eran o no hermanos, y con qué macho se quedaba Claribel Medina.
Son hermanos, descubren que no, redescubren que sí, vuelven a sospechar de que no, alguien les dice que sí, y así. En tanto, Claribel Medina se queda con un macho, con el otro, con el primero de nuevo, después vuelve con el otro, de nuevo con el primero, con el otro otra vez.
Para disimular la poca trama, o mejor dicho la carencia de la misma, es la razón por la que se exageran los otros personajes.

4)En esa exageración de personajes vale todo. Ni siquiera se detenga a considerar que está insultando al espectador por creerlo tan imbécil. Usted adorne todo con cosas que supone chistosas o simpáticas, y exagérelas hasta el hartazgo. Si incluye algún prejuicio social, mejor. Vale reírse entonces de gente fea, locos, animales que hagan alguna gracia, enanos, negros, chicos estudiosos, putas, gente de barrio, gangosos y viejas.
Si en algún momento se le cruza por la cabeza que eso no le arranca una sonrisa ni al más pelotudo ser, si se le ocurre por un momento que está usando por enésima vez los clichés de siempre, y si en un momento de iluminación piensa que puede ofender, hágase oídos sordos.

5)Mantenga la novela así de estúpida hasta lós últimos 3 capítulos, los cuales comenzará a anunciar 2 meses y medio antes con frases como "momentos decisivos", "la novela que VOS elegiste, que VOS querés ver", "NO PODÉS perderte el final". No se preocupe, a la gente no le molesta recibir órdenes, ni que la reten hasta el hartazgo.

6)En los últimos 3 capítulos debe pasar TODO. ¿Qué es exactamente "todo"?, se preguntará.
Todo lo que se le ocurra. Improvise. Déle rienda suelta a su imaginación, total a esta altura prácticamente no la usó. Incluya episodios locos, inesperados e ilógicos. Pero váyase bien al carajo: incluya muertos, locos con cuchilla, armas de fuego, explosiones, hijos bastardos que aparecen de la nada, torturas, secuestros (siempre tiene que haber al menos un secuestro), zombies, ovnies y cuanto disparate se le ocurra, No importa que no tenga relación alguna con la historia, ése no es el punto.
Un buen ejemplo sería que, sin motivo alguno, caiga una bomba y mueran todos.
O que venga un novio del pasado del que nunca se hizo mención y se robe el corazón de la protagonista, para asombro de quienes la pretendían y estupefacción de los espectadores, que se juran no volver a ver una novela en la vida.
Para terminar, es importante que sucedan dos cosas, sin excepción:
-las historias de amor deben terminar o bien con la pareja ideal o con la muerte.
-para cortar la dulzura o el melodrama, el personaje "gracioso" (el loco, el feo, la gorda, el animal gracioso...) debe dar la nota, quizás como una manera muy pobre de darle sentido a su inútil existencia.
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Congratulaciones! ya está encondiciones de ser todo un guionista. Sólo le falta encontrar algún pleotudo que quiera financiarlo, actores berretas que se crean buenos, y actores que se suponen buenos, para rebajarse a papeles berretones.