martes, 12 de octubre de 2010

all you need is money...

Acabo de ver los precios de las entradas para McCartney...... un promedio de $800, en escalada hacia $1400, $5000, hasta llegar al disparate de $6400.
Las más humildes, en el fooondo dondo de todo, en la popular, las de la negrada, las de los más pijoteros, las del pibe de barrio que se gasta sus ahorros para ir a ver a la banda: entre $350 y $200.

Si $200 le parece una ganga y aún no se hizo acreedor de una entrada, aproveche! porque junto con las de $5000 todavía se consiguen. Si soñó con la de $6400, olvídelo. ya no existen.
Las de $800 están agotadas, igual que las de $900, $1000 y $1200.

Es McCartney, lo sé. Es leyenda viva, es historia viva, es parte de una de las más grandes bandas de rock que haya pisado jamás la tierra. Es, para los que vivieron la época, o no ncesariamente para los que vivieron la época, sino para los que vinieron después y les voló tanto la cabeza como en aquel entonces, es para los que aman y sienten, la única y quizás la última posibilidad de ver a un Beatle ahí, en vivo y en directo, y fantasear un rato con que el sueño no murió, o simplemente,  poder atesorar el  recuerdo de una "despedida" solemne.

No sé, gracias a Dios, no entiendo una chota ni de números, ni de plata,  ni de costos.
Pero hay cosas que, por lo que despertaron, despiertan y despertarán en la gente,  no deberían tener un precio. Al menos no uno tan irrisorio.



Y, desde una óptica mucho más simple (o sea: pura lógica, nada de sentimentalismos):
Tiene casi 70 años, tiene guita, y va a seguir recaudando a lo pavote incluso después de muerto...
¡¿¡¿¿Cuánto carajo querés juntar?!?!?!

Si la ex mujer le termina sacando 50 palos verdes miles de escándalos mediante.. al menos a la gente que lo ama, que siempre lo siguió y que lo va a seguir haciendo...no digo que regale tampoco, pero podría dejárselos al costo, no? XD

lunes, 11 de octubre de 2010

Sería más simple que viajar tanto.

El viernes (boluda) elegí (doblemente boluda) ir motorizada desde mi casa en Villa Madero hasta Plaza Flores, de ahí a Caballito y desde ahí, retornar a mi cálido hogar. Tenía que pasar por 3 lados en los que una filita de gente adelante mío era una posibilidad.
Sumado a eso, y sabiendo que mi capacidad de estacionar es nula y las calles de la zona tienen semáforos y muchos autos y la que yo necesito siempre es contramano ¬¬, calculé que tardaría unos 40 minutos, 45 como una exageración de la vida.
San José de Flores me iluminó (?) y encontré en cada una de mis paradas, un lugar grande, libre y cómodo para estacionar, asique ese tiempo lo descontamos de los 40.
En ninguno de los 3 lugares a los que iba había gente adelante mío, es decir, entré y salí. Descontamos esa espera también.
O sea, queda sólo el viaje.
2 HORAS RELOJ. ¬ ¬


El sábado, luego de un frustrado plan de ir a pescar a Zárate, decidimos desviarnos hacia Tigre.

2 HORAS Y MEDIA DE IDA, 20 MINUTITOS DE VUELTA ¬ ¬


Si bien no sería la solución, no puedo evitar pensar por qué tengo que viajar para remojar las patas en el agua, cuando vivo muy cerca del río Matanza, de Ezeiza, bastante cerca de la costanera y si me quiero estirar un poco, a menos de media hora de Tigre y de Luján. (Ni hablar del Riachuelo, no?)
 Mi viejo me cuenta que de joven iban a nadar al río Matanza y yo tengo la triste impresión de que en unos años le voy a estar contando a mis hijos que yo me bañaba en el Paraná o en la laguna de Lobos y me van a mirar con la misma extrañeza con la que yo miro a mi papá.



Estoy considerando vivir según la siguiente ecuación:

5 años de "progreso" X  tiempo que me lleva llegar a la Panamericana  = mudanza 100 km tierra adentro

o sea:  el tiempo que pierda atascada en el tráfico multiplicado por el tiempo de vida de cada vez menos calidad me da un número que es directamente proporcional a la cantidad de kilómetros que me voy a mudar bien a la concha de la lora, en donde pueda salir de mi casa, ir en bici hasta algún río en el que me pueda bañar sin correr el riesgo de que se me caiga la piel, y echarme a leer en la arena, el pasto, la tierra o lo que tenga como orilla.