viernes, 21 de marzo de 2008

El Maestro ha hablado....

Si hay alguien que putea, ése es mi papá.

Cualquiera que me conoce sabe que en mi familia no pasan más de dos oraciones sin que se hayan pronunciado al menos 4 de las siguientes palabras: puta, putísima, pija, concha, pissstola, poronga, forro, chupame, pelotudo, pajero, pajero (se dice mucho), mierda, cajeta, boludo, chaucha, negracajetuda, sorete.
Quiero decir, es moneda corriente, y a veces quién no nos conoce, se horroriza un poco de las barbaridades que decimos.

Pero mi papá..... mi papá ha hecho de putear, un arte.

La última: ....pero andate a la concha de tu madre mil veces!


Es buena, pero aún sigo esperando a la que vendrá un día a desplazar a alguna de las 3 primeras:

1)Yo meto la mano en una bolsa de conchas y saco una pija así de larga! (una vuelta que todo le salía mal)
2)Pero yo me caigo de culo y todas las pijas están paradas! (idem)
3)Toca culo, pija quiere....(a un señor que, en un viaje, tenía que compartir la habitación con mi viejo y se sentía medio incómodo)

1 comentario:

Helen ¬¬ dijo...

Siempre ahí,
soberano pedazo oloriente,
listo estás para adherirte
y no escapar
ni a la suela de la zapatilla
ni a la puteada bien ganada.

“Concha puta, pisé mierda”

Y sin embargo,
a pesar de ese odio manifiesto,
seguís buscando la mala leche
de posicionarte,
siempre
(pero digo, siempre, la gran puta),
al lado de la puerta del auto:
Entonces bajo, piso,
y el aroma pestilente,
sube y asalta,
y uno dice

“Concha puta, pisé mierda”

Asi vamos por la vida,
esquivando
soruyos
soretes
caca
poposes
y todas las deposiciones
que de culos anónimos y caninos salen,
tratando de ver donde esta tu ocre presencia,
siempre humeante,
recién salida de cocina cagadera.

El tema está
en cuando venís
sin que te llamen,
dejando tu guardia
de esquinas, zapatos
y demases,
para acercarte a uno
y decir “presente”.

En días como hoy,
siento tu presencia pestilente.