viernes, 18 de abril de 2008

No le oigo...!

En el teléfono de mi casa se pueden recibir llamadas, pero no se puede realizarlas a menos que se depositen 25 centavos, porque es semipúblico. (En serio)

Además está roto, asique la persona a la que llamamos no puede oirnos, pero sí nosostros a ella.
.
De todos modos, mi Tío Ricardo quiso comprobarlo.
Y mi hermano y yo, que fuimos testigos de tan hilarante hecho, escuchamos más o menos algo así:
.
.
.
Tío Ricardo:
(deposita los 25 centavos. A continuación, marca y espera...)
-Hola, Claudia? Llamo para avisarte que me quedo acá, en lo de Nit...¡Hola!
.
.
(Tía Claudia, que no lo escuchaba)
.
.
Tío Ricardo:
(Hablando más fuerte)
-¡HOLA!...¡HOLA! , ¡¿me escuchás ahora?!...Me quedo en lo de .....
.
.
(Tía Claudia, que no lo escuchaba)
.
.
Tío Ricardo:
-¡HOLA!.......¡Hola!, ¿Me oís?...
.
.
(Tía Claudia, que seguía sin escuchar)
.
.
Tío Ricardo:
(caliente)
-Nt, ¡Andá a cagar vos, pelotuda!!!!!!!!
-
-
-

Porque devolverle la puteada a alguien, todos lo hemos hecho.
Pero retrucarle a alguien que, sabemos, no nos oye......eso, eso es destacable.

No hay comentarios: